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LA OBRA: Ventajas de viajar en tren o 1080 recetas de mierda
En Ventajas de viajar en tren, para empezar, se niega lo real de buenas a primeras con una contundente desenvoltura, se rechaza la ilusión de la identidad, se resume toda personalidad novelesca a las meras palabras y a los relatos¬ que la enuncian y que, a su vez, nada tienen que ver con lo real. Y como «la dimensión interior del ser humano es un cuento», vamos pues a contar cuentos. Entre otras cosas, el psiquiatra terminará siendo otro de sus pacientes, se transmutará en su propia hermana y fallecerá una y otra vez para seguir resucitando sin cesar… (Rafael Conte, ABC, 3/09/2001)
Antonio Orejudo (Madrid, 1963) ha publicado dos novelas, Fabulosas Narraciones por Historias (Madrid, Lengua de Trapo, 1996), que fue galardonada con el Premio Tigre Juan a la mejor primera novela del año; y Ventajas de viajar en tren (Madrid, Alfaguara, 2000), ganadora del XV Premio Andalucía de Novela. Es colaborador semanal en la edición andaluza del diario El País y del suplemento cultural Babelia del mismo periódico. Licenciado en Filología Hispánica, se doctoró en Estados Unidos, y durante siete años trabajó como profesor en diferentes universidades de aquel país. Hoy es profesor titular de literatura en una universidad española, y ha publicado diferentes trabajos relacionados con su especialidad.
MEDIA
El disparate aparece enseguida, pues mientras la mujer (una agente editorial) sube al tren tras haber internado en una clínica mental a su compañero coprófago, entabla un extraño diálogo con un psiquiatra que le pregunta si le apetece que le cuente su vida, algo a lo que nadie podrá negarse nunca, claro. La vertiginosa sucesión de cuentos encadenados y de vidas propias o ajenas se funde en este extraño coloquio donde las personas se mezclan entre sí y dejan de ser lo que son mientras la mierda y la basura van invadiéndolo todo inexorablemente. De repente su efímero compañero baja del tren y deja abandonada una carpeta con una serie de historias clínicas…
Dirección: Carlos Martín
Adaptación teatral: Carlos Martín y José Tricas
Producción: José Tricas
Ayudante dirección: Amór Pérez Bea
Ayudante producción: Manuel Escosa
Diseño iluminación: Bucho Cariñena
Diseño escenografía y vestuario: Oscar Sanmartín Vargas
Diseño técnico escenografía: Novo Design (Ana Bendicho, Antti Pitkanen, Anne Roussel)
Realización escenografía: Luezar y Arantxa Horno
Realización vestuario: Amor Pérez Bea, Oscar Sanmartín, Ángela Pérez-Grueso
Música original y espacio sonoro: David Angulo
Realización y edición vídeo: Bambino Films (Ángel Luis Martínez Saló, Jonás Pérez, Álvaro Mazarrasa)
Diseño gráfico: Oscar Sanmartín Vargas
Imprenta: Navarro & Navarro Impresores
Caracterización: Virginia Maza
Dirección técnica, luminotecnia y sonido: Bucho Cariñena
Regiduría y técnico vídeo: Manuel Escosa
Distribución: Belén Álvarez
Reparto:
Helga Pato: Pilar Gascón / Gema Cruz
Ángel Sanagustín : Jaime Ocaña
Amelia Urales de Úbeda : Francisco Fraguas
Padre de los Martín Urales de Úbeda: Amor Pérez Bea / Laura Plano
Doctora Linares: Amor Pérez Bea / Laura Plano
Martín Urales de Úbeda : Francisco Fraguas
Cristóbal de la Hoz: Jaime Ocaña
Leandro Cabrera: Francisco Fraguas
Figuración: David Ardid
Excelente. En ofrecer un puñado de palabras que, puestas en boca de personajes trastornados no pueden sino mover a reflexión, radica una de las muchas virtudes del espléndido montaje que, a partir de una novela de Antonio Orejudo, nos presenta ahora el Temple en el Principal. Trabajo cuidadísimo a todos los niveles, “Ventajas de viajar en tren o 1080 recetas de mierda” constituye una propuesta original y arriesgada que aboga por un sentido del humor con mucho de capricho y disparate, y, sin embargo, dotado de una profundidad inusual. Entre otras cosas, porque, resumiendo y sintetizando con brillantez los mejores logros de tradiciones muy diversas –el esperpento, el surrealismo, la postmodernidad- acierta a crear algo nuevo y vivo, teatro incardinado en nuestro tiempo que anuncia felizmente al teatro por venir… Admirable el trabajo de Carlos Martín, que pone en escena y dirige con maestría este prodigio de simulación y, también, el de los actores –con especial mención para los poliédricos Francisco Fraguas y Jaime Ocaña-, que mienten y suplantan a un ritmo frenético, el montaje logra comunicar con vividez absoluta la verdad del teatro: ser una ilusión más real que la propia realidad. (Fernando Andú, HERALDO DE ARAGÓN, 27/11/03)
Su excepcional calidad interpretativa atrapa al público. La calidad interpretativa es excepcional y consigue mantener la atención del público.
(LA TRIBUNA DE SALAMANCA, 26/08/04)
Esta obra basada en la novela de Antonio Orejudo muestra un trabajo excepcional de sus actores que poco a poco van llevando al espectador de una situación aparentemente disparatada a la total creencia en la misma.
(FERIA DE TEATRO DE CASTILLA Y LEÓN, agosto 2004)