Tras el éxito de público y crítica en el Teatro Principal de Zaragoza, «La vida es sueño» inicia gira con actuaciones en Aragón y el País Vasco.
Después de llenar el Palacio de Congresos de Jaca continúa la tournée con actuaciones el Teatro Olimpia de Huesca dentro del Festival Olimpia Classic, y en el Teatro Municipal Miguel Fleta de Utebo. Después continuará por Barbastro, Monzón, Alcañiz, Barakaldo…
Las funciones son el 3 de febreroa las 20:30 en el Teatro Olimpia de Huesca y el 4 de febrero a las 20,00 en el Teatro Municipal Miguel Fleta de Utebo (Zaragoza).
La vida es sueño en nuestra versión busca combinar el respeto de la esencia y la letra del original con una novedosa resituación escénica. Creemos que la joya literaria que es debe ser trasformada para convertirse en la materia escénica que va a ser. Por eso hemos intervenido en el texto levemente reduciendo algunos pasajes demasiado narrativos para favorecer el ritmo dramático, también actualizando algunas formas verbales y clarificando desde una óptica contemporánea pero atemporal algunas metáforas.
La idea es facilitar la materia prima del actor, para que, respetando la dicción del verso, exprese su contemporaneidad y llegue nítido al espectador de hoy haciendo del clásico, como ocurre con los auténticos
clásicos, una propuesta actual.
“Qué delito cometi Contra vosotros naciendo,
Aunque si nací, ya entiendo Qué delito he cometido”
La vida es sueño es verso, es ritmo, es expresión existencial, denuncia frente al poder cruel, reflexión vital. Todo ello podemos encontrarlo aquí y ahora en lenguajes estéticos y musicales de cultura urbana. La Polonia que aparece en la obra es un mundo opresivo, cerrado, claustrofóbico al que vemos un paralelismo en determinados ámbitos contemporáneos urbanos, con sus propias leyes internas, donde la violencia se expresa en reglas de poder estrictas. Los siete actores, que están permanentemente en escena, van a crear ese mundo casi penitenciario, donde la pertenencia o no al grupo marca la posibilidad misma de la existencia.
Contamos para ello con un músico en escena que crea un sugerente ambiente sonoro lleno de ritmos y sonidos evocadores y con una estética en la escenografía, el vestuario y la luz que busca los claroscuros, las capuchas que cubren o descubren, los objetos multifuncionales que junto con los actores construyen cárceles o palacios, masas en movimiento o angustiosos espacios vacíos.
LACRÍTICA DE HERALDO DE ARAGÓN
LA PRENSA EL DÍA DEL ESTRENO