Edipo, de Sófocles
PRESENTACIÓN
Es nuestra mirada de la realidad acertada?
¿Podemos asegurar que las cosas son tal y como las vemos cotidianamente?
¿Tienen nuestras acciones algún efecto en nuestro entorno, en nuestro futuro?
Edipo vive en un mundo en el que se siente seguro, ha llegado de la nada y se ha convertido en el rey, ha con- quistado su destino, su felicidad. ¿Qué puede salir mal?
¿Por qué debería salir algo mal?
Y de pronto una pandemia. Un azote incontrolable que diezma la población y empobrece a sus habitantes. El destino no da tregua, los dioses se ríen de nosotros o ¿somos nosotros los que nos construimos sobre errores que no queremos ver?
«…¿Tienen nuestras acciones algún efecto en nuestro entorno, en nuestro futuro? »
Edipo cometió un crimen que ha olvidado, que nadie ha castigado. Sus padres biológicos también cometieron un crimen: mandaron matar a su propio hijo. Él ha sido asesinado en un cruce de caminos, ella aún no conoce su cas- tigo. Es la tragedia griega en estado puro.
La historia de Edipo y Yocasta es una historia universal que nos seduce y conmueve porque nos identificamos con su fragilidad, con su atrevimiento, con su ignorancia. Nos hace reflexionar sobre las preguntas esenciales para las que aún no tenemos respuesta: ¿somos dueños de nuestro destino? ¿Quién o qué interviene en nuestras vidas? ¿Los acontecimientos que nos su- ceden son causados por nuestras acciones, por azar o por capricho divino?
Su historia familiar se eleva a lo universal y nos alcanza en nuestros días. ¿Acaso no se- guimos asolados por acontecimientos imprevis- tos? ¿No sufrimos pandemias, guerras, desastres naturales que no podemos controlar?
¿No cometemos crímenes medioambientales que preferimos olvidar?
El ser humano del siglo XXI vive en una profunda contradicción. Nuestra especie, que ha alcanzado un altísimo dominio de la naturaleza, que por momentos cree haber alcanzado la su- premacía sobre el planeta, sabe en lo más profundo que es un pelele, que el control de su existencia reside más allá de sus manos, que las preguntas que se plantearon en el origen de nuestra cultura no han sido contestadas.
Edipo y Yocasta son un espejo en que nos mirarnos: seres indefensos, inconscientes de las consecuencias de sus actos, convencidos de poseer la mirada verdadera. Será necesario deshacer esa mirada, cegarla para ver.
SINOPSIS
Edipo ha abandonado su tierra, un terrible augurio lo empuja a huir de su destino. En su camino tiene un duro altercado; poco después llega a una ciudad asolada por la enfermedad, una hechicera la ha maldecido y no la abandonará hasta que alguien resuelva el enigma. EDIPO da con la solución, libera la ciudad y se casa con Yocasta, la viuda reciente del anterior gobernante.
«La obra empieza cuando una nueva plaga vuelve a asolar la ciudad.»
Texto | Sófocles |
Adaptación | Alfonso Plou |
Dirección | Carlos Martín |
Producción | María López Insausti |
Dramaturgia | Alfonso Plou y Carlos Martín |
Ayudante de dirección y coordinación técnica | Alfonso Plou |
Reparto | |
EDIPO. | CARLOS MARTÍN |
CREONTE. | FÉLIX MARTÍN |
YOCASTA. | IRENE ALQUEZAR |
TIRESIAS/MENSAJERO | CHAVI BRUNA |
CIUDADANO/PASTOR. | FRANCISCO FRAGUAS |
CIUDADANA/ANTÍGONA | ALBA GALLEGO |
Músico en directo | Gonzalo Alonso |
Composición musical | Gonzalo Alonso |
Espacio escénico | Oscar Sanmartín |
Iluminación | Tatoño Perales |
Vestuario | Ana Sanagustín |
Maquillaje | Virginia Maza |
Fotografía | Marcos Cebrián |
Vídeo | Víctor Izquierdo |
Diseño gráfico | Ana Baiges / Línea Diseño |
Equipo de producción | Pilar Mayor y Pilara Pinilla |
Técnicos en gira | Javier López Julián y Federico Martín |
Distribución | María López Insausti y Pilara Pinilla |
Partimos de una sociedad ancestral, rural, con una estructura social simple, él y ella gobiernan, un pueblo con voz propia, pastores, mensajeros, adivinos. La es- tética del vestuario nos lleva a los colores primigenios, a tejidos lanosos, a las
pieles de animales que nos alimentan y protegen. La música nos traslada a ese mundo telú- rico de las voces, la percusión, las melodías que surgen de la tierra, de las raíces. El escenario es un ágora con gradas presidida por la entrada principal, la que lleva al núcleo del poder, de la familia, al misterio.
Seis actores en escena y un músico en directo son los encargados de dar vida nueva a esta imperecedera obra.
«Seis actores en escena y un músico en directo son los encargados de dar vida nueva a esta imperecedera obra»
Carlos Martín
Director Artístico de Teatro del Temple desde 1994.
Director Artístico del Teatro de las Esquinas.
Director Artístico de la productora Temple Audiovisuales.
Profesor titular de dirección e interpretación de la Scuola D’Arte Dra- mático Paolo Grassi, Milán 1988-93.
Co-director en los Centros Dramáticos de Trieste-Venecia- Friuli y de Brescia (Italia), 1992-96. Profesor de interpretación en la Universidad Popular de Zaragoza (1984-1987).
Ha dirigido en teatro a: Juan Diego, Terele Pávez, Asunción Balaguer, Ana Torrent, Cristina Higueras, Sancho Gracia, José Luis Pellicena, Antonio Valero, Enriqueta Carballeira, Jeanine Mestre, Clara Sanchis, Nuria Gallardo, Ana María Vidal, Arturo López, Mario Vedoya, Luisa Gavasa, José Luis Esteban, Mariano Anós, Ricardo Joven, Antonio Alba- nese, Giuseppe Batiston, Cristina Higueras…
En música ha trabajado con: Enrique Bunbury, Loquillo, Carmen París o Distrito14. En danza con: Rafael Amargo, Miguel Angel Berna, ErrequeErre, Julia Anzeloti e Ingrid Magriñá.
Sus espectáculos han sido representados en teatros de gran parte de Latinoamérica, Nueva York, Miami, París, Portugal, Italia, Bélgica… Han recorrido toda la geografía española, incluyendo temporadas en Madrid (Teatro Español, María Guerrero, Bellas Artes, Aba- día, Fernán Gómez. CC de la Villa, Cuarta Pared…) y Barcelona, y en los Festivales (Al- magro, Escena Contemporánea, San Sebastián)…
Alfonso Plou
de Bradomín en 1986 por su primera obra, Laberinto de cristal, ha estrenado una veintena de obras de teatro. Es miembro fun- dador de Teatro del Temple, compañía con la que estrena la mayoría de sus piezas y en la que ejerce diversos oficios tea- trales.Licenciado en Psicología. Desde que ganara el Premio Marqués
Sus obras se han representado en una quincena de países. Entre sus
obras más destacadas están las que componen su tetralogía sobre figuras artísticas (Goya, Buñuel, Lorca y Dalí, Picasso adora la Maar y Yo no soy un Andy Warhol). Entre los premios destaca también el Lázaro Carreter de Literatura Dramática por Lucha a muerte del zorro y el tigre.
Ha realizado numerosas adaptaciones de textos clásicos con obras de Shakespeare (Macbeth y Sonetos) Lope de Vega (La vengadora de las mujeres) Cervantes (El licenciado Vidriera) o Zorrilla (Don Juan Tenorio) …
Su labor como escritor se inició a raíz de un taller de dramaturgia impartido por Fermín Cabal, tal vez por eso ha mantenido también una labor docente impartiendo numerosos seminarios con diferentes entidades.
Desde 2012 es uno de los gestores del Teatro de las Esquinas, un espacio integral para las Artes Escénicas en la ciudad de Zaragoza.
Sus obras se han representado en una quincena de países.
EN LA PRENSA
Anoche disfrutamos en el Teatro Romano de Itálica, en SANTIPONCE, de la representación del Edipo por la compañía Teatro del Temple, dentro del Festival Amphitrion. La Tragedia vivida por los protagonistas, se nos hace actual… La percepción distorsionada de los protagonistas sobre los acontecimientos del pasado y el presente la podemos llevar a la existencia del Hombre del siglo XXI… En una actualidad azotada por crisis de todo tipo: sanitarias, económica, demográfica, política, de estructura social, de convivencia, de identidad y sobre todo de valores… nuestra errada percepción nos impide ver, hasta que se haga extremadamente evidente, … Como los azotes que sufrimos son frutos de acciones nefastas cometidas en un pasado más o menos próximo…
Antonio Cantudo 04/09/2022 Almuñecar Festival Sexi Firmun Iulium
Edipo es una denuncia contra el yo, contra el individualismo que no entiende que el mundo, para ser mejor, debe ser compartido. Por eso Edipo es la tragedia perfecta porque representa al género humano mejor que ninguna otra. Una pandemia, un vaticinio, una revelación y todo el entramado se viene abajo como un castillo de naipes. Teatro de Temple nos ha presentado un espectáculo sobrio, sereno. Con un Edipo ponderado y mesurado. Asume su falta casi con deportividad y reclama el castigo porque así debe ser. La explosión de aplausos al acabar el espectáculo ha evidenciado lo que todos pensaban en ese momento: que acababan de disfrutar de un magnífico espectáculo.
José Luis Melero Rivas, escritor. 11/11/22 Zaragoza Teatro Principal
Ayer, viendo el Edipo del Temple, tuve la sensación de estar en un teatro de la Grecia clásica. La música, con ese coro extraordinario, la escenografía, el vestuario, la adaptación, el portentoso trabajo de los actores…, todo te transportaba al viejo mundo de la gran Grecia. Viejo, digo, pero no es verdad. Sófocles y su Edipo están más vivos que nunca, desde luego mucho más que lo que podemos ver habitualmente en tantos medios. El Edipo que podéis ver en el Principal es rabiosamente actual. Venced la prevención a los clásicos y acudid al teatro, porque vais a pasar 75 minutos inolvidables.
Antón Castro, escritor y periodista cultural. 13/11/22 Zaragoza Teatro Principal
Teatro del Temple siempre arriesga y explora. El elenco es estupendo y brilla a un buen nivel. Todo el tiempo en escena, Gonzalo Alonso, toca distintos instrumentos que le dan calidez, misterio y sentido temporal al relato. La puesta en escena es brillante, y cuenta con un gran atractivo: un coro griego, que irrumpe de inicio y reaparece al final, aunque jamás abandona la escena y a efectos dramáticos encarna al pueblo que asiste, con sorpresa, igual que el público, a la historia. El público se entregó a la compañía y a la puesta en escena de una obra que toca temas eternos y está muy vinculada al presente a través de la pandemia que aniquila la población. Por tener hasta tiene algo de drama detectivesco, y mucho de indagación del alma humana.
Fernando Rivarés Esco, escritor y político 10/11/22 Zaragoza Teatro Principal
El gusto por los clásicos puede demostrar el ansia por saber, por entender, por denunciar. Las tragedias griegas son más contemporáneas que muchas televisiones porque hablan de la humanidad y el vivir y sus conflictos. Pueden dar miedo por su aparente seriedad, pero están tan vivas que si vas a verlas verás como alertan, reconfortan, seducen. Este Edipo del Teatro del Temple es una preciosidad escénica, la esencia de Sófocles con un dominio absoluto del lenguaje teatral contemporáneo, música en directo y la sensación de estar en un antiguo teatro de la antigua Grecia. Del elenco no digo nada, sólo que son un catálogo excepcional del gran talento zaragozano. El teatro siempre explica la vida. Enhorabuena Temples.
Jorge Aparicio García 12/11/22 Zaragoza Teatro Principal
El día de ayer tenía que terminar de la mejor manera posible, acudir al Teatro Principal Zaragoza a ver la versión de «Edipo» de Sófocles producida e interpretada por Teatro del Temple y volvieron a demostrar porque es una de las compañías más potentes de Zaragoza. Un texto que sigue vigente y que además se completa con un coro sacado de la escuela del Teatro de las Esquinas que desde el primer minuto impacta. Decorado y vestuario muy bien definido, para nada se queda desfasada.
Francisco Javier Aguirre, escritor y crítico 10/11/22 Zaragoza Teatro Principal
Los casi treinta años de existencia de la compañía Teatro del Temple bien merecían abordar un texto dramático de alta densidad como es la tragedia ‘Edipo’, de Sófocles.
La obra se inicia con una procesión solemne. Desde allí intervendrán en ocasiones puntuales, dando realce al discurso trágico que se desarrolla con un dinamismo que va in crescendo. La escenografía se apoyó en una atinada iluminación debida a Tatoño Perales, y el vestuario arcaizante de Ana San Agustín respondió a las expectativas que una tragedia de este alcance despierta en el público. También alcanzaron el nivel adecuado las aportaciones musicales de Gonzalo Alonso. Los movimientos escénicos estuvieron muy bien estudiados, con apariciones y desapariciones coherentes.
Una importante aportación a la larga y exitosa trayectoria de la compañía.
Javier López Clemente, crítico de Heraldo de Aragón 12/11/22
La escenografía propicia un ambiente poético que separa con gusto y eficacia los hechos reales y presentes de las acciones ocultas, recuerdos y fantasmas. La adaptación acierta con la externalización de la voz del corifeo en dos ciudadanos, para que los diálogos y la función narrativa se conviertan en la melodía de un coro acompañado por percusiones, flautas y efectos sonoros.
La dirección organiza con claridad el espacio, potencia una representación grupal que difumina el binomio protagonista/antagonista, y se diluye en el arco dramático de un héroe sabio y sensato. Esa contención engrandece al personaje y lo simbólico de su castigo. El trabajo actoral aliña el texto con soltura, buena dicción y compromiso con la verdad escénica.