Teatro del Temple. Referente aragonés en el ámbito nacional e internacional.
En el panorama del teatro aragonés, en el que destacan solventes compañías como Arbolé, Caleidoscopio, Che y Moche, Javier Aranda, Tranvía Teatro y Viridiana, entre otras, quizás, en estos inicios del siglo XXI, Teatro del Temple, junto con los Titiriteros de Binéfar, sea la compañía con mayor proyección nacional e internacional.
Si nos atrevemos a realizar esta afirmación un tanto categórica es porque, a lo largo de sus 25 años de existencia, el Teatro del Temple ha mantenido una sólida trayectoria jalonada por más de 40 títulos con los que ha realizado giras y participado en festivales de España y Iberoamérica, sin obviar que, con la mitad de ellos, ha hecho temporada en Madrid. Pasan sobradamente del centenar el número de funciones que realiza anualmente esta compañía de amplio repertorio que se viene sustentando, desde sus inicios, en Alfonso Plou y Carlos Martín, y a quienes, con el nuevo milenio, se unió María López, si bien a lo largo de su recorrido, estos mismos profesionales han desempeñado todos los roles del hecho escénico, además de que han contado con valiosas colaboraciones como Ricardo Joven o José Luis Esteban, así como con otras prestigiosas figuras del teatro aragonés.
En su repertorio, Teatro del Temple ha conjugado los títulos vinculados a la cultura aragonesa (Rey Sancho, Goya o Buñuel, Lorca y Dalí) escritos con pulso firme por Alfonso Plou, quien no ha ignorado las versiones de clásicos españoles (La vengadora de mujeres, El licenciado de vidriera, Don Juan Tenorio o La vida es sueño) y extranjeros (Macbeth (y Lady Macbeth), Sonetos de amor y otros delirios), así como de los clásicos contemporáneos universales (Luces de Bohemia, Los hermanos Max esperando a Godot o Fin de partida), sin desdeñar la creación actual (Yo no soy un Andy Warhol, Picasso adora la Maar o Transición (con Julio Salvatierra). Aunque en algunos casos ha participado en los trabajos de adaptación e, incluso, en la interpretación, Carlos Martín, desde la dirección, ha sido el responsable último de unas puestas en escena que, cada vez más, figuran en las programaciones de los principales coliseos, festivales y ferias escénicas de nuestro país, lo que sucede, en gran medida, gracias al trabajo de producción y distribución de María López.
En la ya dilatada trayectoria de Teatro del Temple han destacado una serie de espectáculos que lo han enraizado a la escena de nuestro país: Buñuel, Lorca y Dalí (2000), que, con sus más de 200 funciones en dos temporadas y numerosos galardones, supuso su “descubrimiento” nacional y un decisivo punto de inflexión en su devenir; Luces de Bohemia (2007), con el que la compañía ha recorrido y sigue recorriendo nuestra geografía, y del que lleva realizadas más de trescientas funciones; y Transición (2012), coproducción que implicó la programación de esta compañía en el Centro Dramático Nacional. Pero no acaba aquí: los títulos se suceden en un terreno allanado por un trabajo constante, minucioso y atento a las tendencias y preocupaciones del momento.
La significativa implantación de Teatro del Temple en todo el estado español viene corroborada por una serie de indicadores: su programación en los principales espacios y eventos escénicos de España y de una veintena de países americanos y europeos; los numerosos premios que han ido jalonando su trayectoria, entre los que destacan todas las nominaciones y concesión de los Premios Max; su presencia en los catálogos de los circuitos autonómicos, nacionales (Platea) e internacionales (AECID); su participación en la coproducción de espectáculos con los más consolidados núcleos de producción del ámbito estatal, tanto privados (Tantakka, Meridional, L’Om Imprebís, Teatro del Barrio, DD Company Producciones, Teatro Olympia), como públicos (Centro Dramático Nacional, Festival de Almagro, Expo Internacional de Zaragoza, Patronato de AAEE de Zaragoza, etc.). Este “peso” de Teatro del Temple en el panorama escénico de nuestro país viene completado por otra iniciativa de carácter local: la gestión y programación, junto con Teatro Che y Moche, del Espacio Cultural Integral Teatro de las Esquinas, proyecto de imposible logro de no contar con complicidades y sinergias tanto a nivel local como estatal.
Las líneas precedentes proporcionan argumentos suficientes para considerar que Teatro del Temple, en sus 25 años de trayectoria, se ha convertido en un referente de lo que la dinámica y solvente escena aragonesa puede aportar al rico y variado panorama nacional.
Cristina Santolaria Solano
Experta teatral.